Transmitiendo la fe
Una parroquia pequeña que está haciendo una gran diferencia
Una parroquia pequeña que está haciendo una gran diferencia
Mientras que muchos católicos saben que la palabra católico es sinónimo de universal, pocos actualmente experimentan al principio la universalidad de la iglesia y mucho menos los católicos de los pequeños pueblos al norte de Alabama. Sin embargo, para 12 feligreses de la Iglesia Católica de St. Michael en St. Florian, la iglesia en toda su gloria estará en plena exhibición cuando se una a otras de la Diócesis de Birmingham en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal en 2023.
Mientras que muchos católicos saben que la palabra católico es sinónimo de universal, pocos actualmente experimentan al principio la universalidad de la iglesia y mucho menos los católicos de los pequeños pueblos al norte de Alabama. Sin embargo, para 12 feligreses de la Iglesia Católica de St. Michael en St. Florian, la iglesia en toda su gloria estará en plena exhibición cuando se una a otras de la Diócesis de Birmingham en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal en 2023.
La Jornada Mundial de la Juventud tiene sus orígenes en 1984 cuando el Papa San Juan Pablo II decidió celebrar un encuentro para los jóvenes el domingo de ramos en la Ciudad del Vaticano como parte del Año Santo de la Redención, que marcó 1,950 años después de la Pasión de Jesús. Para su asombro la Santa Sede que esperaba 60.000 participantes se convirtieron en 250.000.
Al siguiente año, las Naciones Unidas decidió que el año1985 sería el año internacional de la juventud. Aprovechando la proclamación, el papa volvió a convocar un encuentro de jóvenes y nuevamente, un gran número de ellos acudió a la Plaza de San Pedro para pasar tiempo juntos en oración y catequesis. Después del éxito del segundo llamado, el Papa San Juan Pablo II instituyó el Día Mundial de la Juventud y la primera Jornada Mundial de la Juventud internacional se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina en 1987.
Seis años después, Denver, Colorado fue escogido para albergar la Jornada Mundial de la Juventud 1993. En ese momento, Donna Peters, una feligresa de toda la vida de la Iglesia Católica de St. Michael, tenía una hija en la secundaria. Cuando supo de la oportunidad, Peters no dudo de darle permiso a su hija para participar en el encuentro de jóvenes a más de 1.200 millas de distancia. “Yo quería que ella experimentara el privilegio de ser católica y dar testimonio de su fe a los demás,” ella recuerda. “Aquí en esta pequeña comunidad,” dice ella, los católicos “somos una minoría.”
La hija de Peters tuvo una experiencia tan maravillosa en Denver, que en el 2002 cuando Toronto fue la sede de la Jornada Mundial de la Juventud, lidero los preparativos para ayudar a los jóvenes de St. Michael a asistir. El grupo de 15, el cual incluyó a Peters y a su hija menor, recaudó fondo para los boletos de avión, empacó sus mochilas y acampó en las aulas de las escuelas que se habilitan para los peregrinos que van al encuentro. “Fue simplemente increíble”, recuerda. Sin que nadie lo esperara y supiera, esta sería la última Jornada Mundial de la Juventud para el Papa San Juan Pablo II. Al dirigirse a los presentes, el Santo comentó: “Cuando en 1985, yo quise empezar el Día Mundial de la Juventud, me imaginé un momento poderoso en el que los jóvenes del mundo pudieran conocer a Cristo, quien es eternamente joven y pudieran aprender de El cómo ser portadores del evangelio a otros jóvenes. ... Millones de jóvenes han participado y como resultado se han vuelto mejores y más comprometidos testigos cristianos.”
Las palabras sonaron verdaderas para el grupo de St. Michael. Al regresar a sus casas, ellos organizaron sesiones informativas después de las misas de los fines de semanas para compartir sus experiencias con la comunidad de la iglesia en general.
Mirando hacia atrás, recuerda Peters, “Aunque pensé que iba a alentar a nuestros jóvenes, resultó que recibí la recompensa. Me hizo apreciar ser católica ... ¡Todas las naciones se convierten en una! Lo escuchas y lo piensas, pero verlo y experimentarlo es distinto…por un momento me sentí como San Tomas, incrédula, pero ver a las personas de los diferentes países con un objetivo común hace que nuestra fe sea aún más real.”
Después de más 20 años, Peters estaba leyendo el One Voice y vio que la Diócesis de Birmingham estaba organizando una peregrinación para la Jornada Mundial de la Juventud 2023. Recordando los frutos que dejó la última peregrinación de la parroquia a este encuentro mundial de jóvenes, Peters quería que los jóvenes de primaria y de secundaria de la parroquia tuvieran esta experiencia, “para que aprecien lo que es ser católico.” Ella consultó con el Abad Emérito Cletus Meagher, O.S.B., el sacerdote de St. Michael, y el ofreció su pleno apoyo, dando su bendición para recaudar fondos y hacer llamados de apoyo desde el altar.
Peters y la Organización Juvenil Católica de la Parroquia comenzaron rápidamente a trabajar. Se Después de cada misa, se llevaron a cabo con apoyo de la comunidad parroquial, se llevaron a cabo: ventas de garaje, de pasteles, comidas y rifas. Una familia incluso donó $5,000 en apoyo por la peregrinación. Peters enfatiza que, a través de todos los esfuerzos, los jóvenes aprendieron a que, si iban a ir, ellos necesitaban ganárselo. “Ellos han pasado de ver el Día Mundial de la Juventud de un viaje a una peregrinación, observa Peters.
Todos los jóvenes ciertamente se ganaron su puesto, pero un joven surgió como el líder. Según Peters, Tomás Padgett, un estudiante con honores de octavo grado y feligrés de St. Michael, tiene interés de impactar a los demás con su fe y desea tener interacción con jóvenes de todo el mundo. Peters insiste en que esas interacciones ayudarán a desarrollar la nueva generación de líderes de la iglesia, y ella cree que Padgett y la comunidad de St. Michael cosecharán los frutos del peregrinaje por muchos años.
El Abad Cletus está de acuerdo: “El Día Mundial de la Juventud es algo bueno porque aumentarán su fe. Ellos regresarán cansados y agotados, pero regresarán con entusiasmo, en el sentido completo de la palabra. Es de la palabra griega entheos, que significa ‘estar con Dios’. Por lo tanto, estarán llenos de vitalidad.”
Para el Abad Cletus, los peregrinos experimentarán un entorno en el que no se sentirán avergonzados o intimidados. Todos los que estén presentes están con el mismo propósito. “Es como un contagio que tiene lugar,” dice el Abad. “Esperamos que perdure y plante semillas que crecerán.”
Las semillas, sin embargo, no se plantan sin intención o cuidado. Recordando un servicio de Acción de Gracias para los estudiantes de St. Bernard Preparatory School in Cullman, el abad cuenta de un servicio en particular cuando se le pidió a un rabino que predicara. El rabino describió el Día de Acción de Gracias en relación con la tradición judía, y dijo que la primera señal de Acción de Gracias es la de transmitir la fe a la próxima generación. “En esencia,” dice el abad, “eso es lo que está sucediendo aquí. Estamos entregando la fe a la próxima generación.”
¡Estoy muy emocionada de este viaje que me permitirá crecer en mi camino espiritual con la gran familia católica! El viaje será largo y requiere no solamente prepararme espiritualmente, pero también físicamente. La preparación me recuerda de como nuestro Señor Jesús se debió sentir durante sus muchas enseñanzas y cargando la cruz. Espero con ansias la experiencia para fortalecer mi fe y en por último ser una mejor cristiana en mi vida diaria.
Leslie Mitchell
Quiero ir la JMJ para crecer en mi fe y para mostrarle a los otros jóvenes el significado de ser parte de una iglesia universal. Como católicos en Alabama, es difícil ver el impacto y el alcance que tiene la iglesia en todo el mundo.
Ana Maria Padgett
"Quiero ir a la JMJ para conocer al resto de la comunidad católica. No somos muchos en Alabama y quiero experimentar otras culturas."
Tomás Padgett
Estoy emocionada de ir a Portugal para crecer en mi fe y conocer nuevas personas.
Mirana Padgett
Quiero expresar mi agradecimiento por adelantado por esta oportunidad tan increíble de participar en la JMJ en Portugal. Una peregrinación es algo que pensaba que se quedaría solo en mis sueños. Sin embargo, debido al increíble apoyo de la diócesis y la comunidad de St. Michael, tengo la oportunidad con mi hijo de experimentarla. Sé que cambiará mi vida, me conmoverá espiritualmente y me acercará más que nunca a mi fe y mis creencias.
Erin Letson
Ir a Portugal para la JMJ es importante para mí porque podré experimentarlo con mis amigos de la iglesia. Será un recuerdo que nunca olvidaré, y estoy muy agradecida de ir.
Kayden-Reed Letson
Ir a Portugal para la JMJ con mis hijos y amigos de nuestra parroquia será muy especial mara mí. Siempre me he sentido cercana a la Virgen María, por eso creo que viajar a Fátima, Portugal, un lugar tan santo, me ayudará a ser más fuerte en mi fe y más cercana a Dios. Me encanta ser católica y quiero que mis hijos vean cuán universal es la fe, especialmente con jóvenes católicos.
Teresa Chaney
Estoy emocionado de ir a Portugal porque fue un lugar donde Dios hizo un milagro enfrente de los niños de Fátima y otras 75.000 personas. Ir a Fátima me ayudará a sentir cerca a Dios y María.
Whit Chaney
Para mí lo más emocionante de ir a esta peregrinación es ver al Papa porque quiero que me dé su bendición.
Anne Margaret Chaney