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 | Por Mary D. Dillard

‘Espíritu Santo, dame las palabras y la humildad’

Un vendedor para Cristo

“No hay escasez de oportunidades para compartir la fe,” dice Paul Noto, un católico que regresó. “Solo debes tener tus oídos y ojos abiertos para reconocerlo”.

Al crecer en una familia italiana a fines de la década de 1950, Noto fue rodeado por su fe. Describiendo su juventud, dice, “Todos fuimos sacramentados, pero no creo que fuéramos catequizados.” Su educación religiosa “imprimió” la tradición de la iglesia, pero fuera de eso, “mucho no se mantuvo”.

Mientras Noto nunca se alejó realmente de la iglesia, no exactamente puso el catolicismo por encima en la lista de sus prioridades. Iba a misa, pero como él dice, estaba “adentro y afuera”. Involucrarse en la parroquia o aprender acerca de su fe fue descartado. Su mentalidad de “yo no hago eso” prevaleció.

Esto fue hasta que conoció a Pat, su futura esposa. Los dos empezaron a salir y eventualmente, la relación tomó un giro más serio. Durante el noviazgo la futura Sra. Noto empezó a interesarse por la fe católica. Sin embargo, irónicamente, el interés vino por cortesía de un buen amigo católico, no su futuro esposo.

Pat estaba persiguiendo activamente su camino de fe, pero ¿qué pasa con Paul? El dice que Dios “abrió algunas puertas”. Le presentaron a John Cooper, ahora diácono. Los dos hombres con sus esposas salían juntos a eventos sociales y durante una de las salidas, Cooper le dijo a Noto, “Necesitas estar involucrado”. Fiel a su estilo, Noto se resistía, pero Cooper se enteró que su nuevo amigo tenía una predilección por la historia y le prestó a Noto algunos libros para que los leyera. “Me quedé impresionado,” recuerda Noto.

“El empezó a darme algunos libros de la historia de la iglesia. Yo pensaba que un grupo de hombres vestidos de rojo, fumando cigarros en Roma, inventaron estas cosas que hacemos, pero no es así. ¡Se remonta a los Apóstoles! Entonces, estas cosas son realmente verdaderas.

Al estar en ventas, Noto no es un individuo tímido, así que cuando sus ojos fueron abiertos a la plenitud de la fe católica, supo que tenía que “¡ir a decirle al mundo!”.

En esos “primero días,” como él los llama, era un “lanzallamas.” “Era como si estuviera lanzando fuego a cualquiera que quisiera escucharme. Ahora tengo bastantes examigos protestantes porque simplemente no podían entender cuando yo preguntaba: ¿Por qué diablos estás protestando? Tenemos la plenitud. ¡Está justo aquí!

Uno de los primeros recuerdos de Noto de sus esfuerzos de evangelización empezó con la Señal de la Cruz.

Como vendedor, viajaba bastante y en uno de los viajes, Noto se encontró desayunado con un representante de ventas en Texas. Naturalmente, Noto se dio la bendición antes de empezar a comer, lo cual provocó la pregunta, “¿Eres católico?”

Noto aprovechó la oportunidad y los dos pasaron la mayoría de la visita hablando acerca del catolicismo. Al final del día, Noto recuerda que el caballero dijo: “Sabes Paul, realmente necesito empezar a ir a la iglesia por el bien de mis hijos.” El comentario ha continuado resonando en Noto: Se enteró un año después de su reunión de negocios que el vendedor de Texas había muerto en un accidente automovilístico.

Simplemente haciendo la Señal de la Cruz antes de una comida condujo a que se plantara una semilla de fe. El Espíritu Santo es sin duda poderoso, pero de acuerdo con Noto, también tiene sentido del humor. “¡El siempre me pone estas personas católicas en mi vida!”

Su profesión requiere una gran cantidad de viajes. En vuelos de negocios, siempre tiene un libro basado en la fe o un rosario en las manos. “Inevitablemente”, dice, “alguien se sienta al lado mío y pregunta, ¿eres católico?  La mayoría de las veces el escucha la declaración: “Sí, yo solía ser católico.”  Sin embargo, en lugar de terminar la conversación, Noto emplea una táctica que aprendió en ventas: siente, sitió, encontrado. El simplemente dice: “Se cómo se siente. Yo sentí lo mismo, pero esto fue lo que encontré.”

Por supuesto, no puedes compartir lo que no sabes.  Por nuestro bautismo, estamos llamados a ser discípulos de Cristo. “Tienes que hacer un esfuerzo,” insiste Noto. “Es como un cuchillo que se desafila y tienes que afilarlo.  Tenemos que afilar nuestras creencias. La buena noticia es que el Espíritu Santo nos va a ayudar con eso. No estamos solos…. Antes de que abras la boca, reza. Puede ser algo simple como, ‘Espíritu Santo, dame las palabras y la humildad.”’

Ser identificable y sincero equivale a la credibilidad y la mayoría del tiempo, crea apertura. Para Noto, esa apertura usualmente resulta en que él regala su libro o un rosario al final del viaje. Sin embargo, ha habido excepciones.

“Tuve un señor en el aeropuerto”, recuerda Noto, “con el que tuve una discusión muy seria y terminamos intercambiado tarjetas y correo electrónico. Para todas las objeciones que se le ocurrieron, fui a mi casa a investigar y le mandé un correo con cada una de las objeciones que me pude acordar. El respondió con, ‘Aprecio mucho que me hayas enviado esto, pero no me vuelvas a contactarme.’ Algunas veces la verdad duele, pero he aprendido en ventas que no siempre vas a tener un sí en cada llamada de ventas.”

Por mucho que queramos a nuestros amigos y familia en la iglesia, Dios los quiere infinitamente más. Entonces, nuestro papel es “imitar a Cristo” y “convertirnos en Cristo para los demás.” No podemos tener miedo o avergonzarnos de nuestra fe. No podemos tener miedo de ofender a los que no son católicos o incluso a los católicos apartados. No podemos tener miedo de usar la personalidad y herramientas que Dios nos dio a cada uno y a todos nosotros. No podemos tener miedo de ser buenos testigos. Simplemente no podemos tener miedo de vivir nuestra fe, el prototipo de la evangelización.

“Dios dibuja líneas rectas con líneas torcidas,” sostiene Noto. “No tienes que buscar medios para evangelizar. Está a nuestro alrededor ... cada oportunidad. Somos bendecidos al ser bautizados en el Cuerpo de Cristo ... Le decimos a la gente cuánto nos gusta un restaurante o acerca de una gran película ... Compartimos eso, así que ¿por qué no compartir la mejor noticia en el mundo, la cual es Jesucristo y su Iglesia viva y presente aquí mismo, ahora mismo.”