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 | Por el Reverendísimo Steven J. Raica, Quinto Obispo de Birmingham en Alabama

Gratitud, entusiamo y confianza

Queridos Hermanos y hermanas en Cristo, ꜟqué afortunados somos todos de estar en esta hermosa y creciente diócesis!

Nuestras parroquias y escuelas están prosperando. Un número récord de hombres están estudiando para el sacerdocio y el diaconado permanente. Son muchos los adultos y jóvenes están ingresando a la fe y encontrando a Cristo en la Eucaristía en parroquias de nuestra diócesis.  Contamos con una variedad vibrante de sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, ministerios y apostolados dedicados que sirven a nuestros fieles laicos, una amplia población ecuménica centrada en Jesucristo y decena de personas sedientas por una nueva vida en El. 

Todo esto pinta un cuadro extraordinario de dónde estamos y a lo qué estamos llamados a hacer para continuar aumentando la fe de todos en nuestra región. Mientras respondemos a ese llamado, una maravillosa cita de la carta Apostólica del Papa San Juan Pablo II, “Novo Millennio Ineunte,” guía nuestro camino a seguir: “Recordar el pasado con gratitud, vivir el presente con entusiasmo y mirar hacia el futuro con confianza. ‘Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.’” (Heb 13:8)

Recordar el pasado con gratitud

Recordemos de dónde venimos y agradezcamos a Dios por todas las personas, decisiones y obras buenas, así como aquellas que fallaron, que nos han traído a cada uno de nosotros hasta este momento. 

Vivir el presente con entusiasmo

Jesús dijo, “No tengas miedo.” Jesús dijo, “Pidan y se les dará” Estas palabras son verdaderas y poderosas para cada uno de nosotros, inclusive cuando la cultura moderna las trata como incomprensibles. Podemos experimentar una gran alegría al tomar en serio todos los días estas palabras y ponerlas en práctica.

Mirar al futuro con confianza

Jesús nos muestra que tenemos todas las herramientas adecuadas. Las oportunidades de usar estas herramientas abundan entre nosotros, ante nuestros ojos. El mismo, a través de sus acciones, estableció un plan para nosotros para que los sigamos a medida que avanzamos. A lo largo del Nuevo Testamento, vemos ejemplos de como Jesús entró en cada nuevo pueblo. Primero, atendió las necesidades fundamentales de la gente. Les dio de comer. Los sanó. Los amó. Solamente después de haber hecho estas cosas fue cuando el empezó a enseñarles. Les Reveló el Reino de Dios y compartió la Buena Nueva.

Y hoy en el centro y norte de Alabama, seguimos Sus sagrados pasos.

Brindar ayuda a los necesitados y sanar mentes, corazones y espíritus – esto es el núcleo del trabajo de muchas de nuestras parroquias y de los ministerios diocesanos que son posibles gracias a la generosidad de nuestras parroquias y a la Campaña Anual del Obispo para Caridades y Comunidades Católicas.

La preparación sacramental, la formación católica, el acompañamiento, la educación católica. Nuevamente, esto es el trabajo diario a nivel local de nuestras parroquia y escuelas, unidas en una red y sistemas por nuestras organizaciones diocesanas.

Les pido que sean parte de ese trabajo a través de su ayuda a la Campaña Anual de Caridades y Comunidades Católicas. Nuestra capacidad para abordar las necesidades fundamentales de la gente de nuestra diócesis, dónde quiera que estén, y apoyar a nuestras parroquias y escuelas en la formación católica depende en gran parte de su generosidad.

ꜟGracias por su compromiso y confianza en la hermosa y creciente diócesis otorgada a nuestra administración por nuestro Señor!