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 | Por Doug Culp

Lucas

Evangelista y Médico

Con el fin de proporcionar un contexto más profundo para el drama de la salvación que nos comunica la Sagrada Escritura, Teología 101 analizará a los cuatro evangelistas, comenzando con San Lucas.

Los saludan Lucas, el querido médico… (Col 4, 14)

San Lucas, o Lucas el evangelista, fue el más prolífico de los evangelistas. Tanto el Evangelio de Lucas (el Evangelio más largo) como los Hechos de los Apóstoles se atribuyen a su autoría. Aunque su Evangelio es considerado como uno de los sinópticos debido a su similitud con los Evangelios de Mateo y Marcos al describir el ministerio, muerte y resurrección de Cristo, sus aspectos únicos revelan mucho sobre el hombre y el mensaje salvador de Jesús.

Similar, pero único

El Evangelio de Lucas tiene mucho en común con los de Mateo y Marcos. Muchos eruditos bíblicos suponen que Lucas utilizó ambos como fuentes de su relato evangélico. Al mismo tiempo, hay varias características distintivas de este Evangelio que nos ofrecen una ventana a la vida del autor. Por ejemplo, Lucas sustituye los nombres griegos por los arameos o hebreos que se encuentran en sus fuentes, omite las preocupaciones cristianas judías tan frecuentes en estas mismas fuentes, dedica una atención significativa a los cristianos gentiles; además, carece de familiaridad con la geografía, costumbres y prácticas palestinas. Esto sugiere que Lucas era un gentil que escribía a otros cristianos gentiles. Su decisión de incorporar un prólogo lo sitúa de lleno en la tradición literaria griega helenística. Además, presenta la historia del Evangelio en una forma narrativa que reconoce su dependencia de los testigos oculares, lo que indica que él no era uno de ellos.

Compañero a San Pablo

Lucas procedía de Antioquía de Siria. Como señala nuestro pasaje de apertura, él era médico de oficio y, por lo tanto, muy educado. Algunos estudiosos creen que recibió su formación médica en una famosa escuela de Tarso. Aunque no fue testigo presencial del ministerio de Jesús, sí conoció a los Apóstoles y a otros discípulos. Fue compañero de San Pablo, el apóstol de los gentiles, y lo acompañó en sus viajes misioneros, apoyándolo en múltiples encarcelamientos y su muerte. Los Hechos de los Apóstoles detallan estos eventos; asimismo, las Cartas de Pablo afirman el lugar de Lucas en la vida y ministerio del apóstol.

No sabemos mucho sobre San Lucas después de la muerte de San Pablo. Sin embargo, hay una referencia a él en el texto antiguo, Prefatio vel Argumentum Lucae, que se remonta a Julius Africanus, nacido en el año 165 d.C. Julius Africanus es conocido como el padre de la cronografía cristiana, describiendo personajes y eventos cronológicamente. Este texto describe a Lucas como soltero y escritor del Evangelio de Lucas. También afirma que murió cuando tenía 74 años en Beocia, Grecia.

Las Buenas Noticias

El Evangelio de San Lucas muestra cómo las promesas de Dios a Israel se han cumplido en Jesús y cómo la salvación prometida a Israel se ha extendido a los gentiles. Es, en esencia, un relato histórico de la historia de la salvación, que forma parte de nuestra historia. La contribución de Lucas a la vida de la Iglesia no termina ahí. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos afirma que Lucas llama al discípulo cristiano a identificarse con Jesús, quien “es cariñoso y tierno con los pobres y humildes, los marginados, los pecadores y los afligidos, con todos aquellos que reconocen su dependencia de Dios”.

Además, la preocupación del Evangelio de Lucas por la misericordia y compasión de Jesús, el papel del Espíritu y las exigencias del discipulado reflejan la mente de un médico que comparte el mismo objetivo de Cristo: sanar lo que está quebrantado.

A través de la inspiración del Espíritu, San Lucas se convirtió verdaderamente en un “médico del alma”, y su relato evangélico nos ofrece una receta para convertirnos también en uno.


Fuente: Capellanía Católica de St. Albert/Edimburgo.


Una pregunta de la Biblia

El evangelio de Lucas fue escrito para esta persona…

A. Demás

B. Pedro

C. Teófilo

D. Pablo

 

Respuesta: C – Teófilo (literalmente, un “amigo de Dios”)


¿Sabía que…?

El símbolo de San Lucas es el buey alado. Este símbolo, arraigado en Ezequiel y más tarde en el Libro del Apocalipsis, fue asignado por primera vez a San Lucas por San Ireneo. Más tarde fue afirmado por San Jerónimo, cuyo esquema simbólico de los cuatro escritores de los Evangelios ha prevalecido a lo largo de los siglos.

El buey está relacionado con los sacrificios ofrecidos en el Templo, donde comienza y termina el Evangelio de San Lucas. El símbolo del buey vincula los sacrificios del Templo con el sacrificio de Cristo en la cruz. Se cree que las alas representan el llamado a difundir el Evangelio de Jesucristo hasta los confines de la tierra.


Doug Culp es el delegado de administración y secretario de vida pastoral de la Diócesis Católica de Lexington.